La realidad de las cosas no siempre es evidente a primera vista.

martes, 4 de noviembre de 2008

No empecemos a especular...

Más allá de la declaracionitis obtusa, densa y rollera que se suelta cual diarrea verbal ocasionada por el estupor social y el hambre de conseguir la "nota" en los medios masivos de comunicación, queda siempre la "espina" del complot tanto por la desconfianza histórica de todo lo que venga (o vaya) del gobierno, como porque efectivamente, en el ámbito del poder es frecuente el recurso del complot y el golpe trapero y bizarro que gusta de la aniquilación del adversario como medida dolorosa pero necesaria.

Sin ánimos de caer en aquello que se denuncia, llama la atención que precísamente hace días se había empezado a informar sobre la detención y la consignación de funcionarios públicos de las áreas de seguridad pública y de procuración de justicia por nexos con la delincuencia organizada, en concreto con grupos y capos del narco. Si los granadazos de Morelia consternaron a la población, este capítulo impacta con especial énfasis; es el contexto el que empuja a la duda: ¿accidente o atentado? ¿complot o azar? En espera de mayores datos, la dejo ahí.

Esta circunstancia ensombrece la noticia de que nuestros vecinos "green go home" eligieran como presidente a Barak Obama. Se siente la esperanza en las emociones de las personas reportadas de modo especial en TV. Tiene el partido demócrata recoger las tecatas de la piñata rota dejadas por los republicanos que se van a su casa (como sus socios) con las manos llenas de dinero habiendo dejado vacíos de esperanza los corazones de un importante sector del pueblo norteamericano. Va que va.

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