La realidad de las cosas no siempre es evidente a primera vista.

lunes, 8 de agosto de 2011

Hans Küng: hay un cisma

Hans Küng: “Hay un cisma en la Iglesia entre la cúpula jerárquica y las bases”
Ralf Caspary
1 Agosto 2011
Religión Digital

Hans Küng: “Diagnóstico: enferma terminal. ¿Se puede salvar aún la Iglesia?”.

‘Diagnóstico: Enferma terminal. ¿Se puede salvar aún la Iglesia?’ Esta es la pregunta que se plantea en su último libro, publicado en Alemania por la editorial Piper Verlag, el teólogo crítico y especialista en ética mundial Hans Küng en su último libro.”En la situación actual no puedo guardar silencio”, dice Hans Küng. En su opinión la Iglesia Católica se encuentra inmersa en una grave crisis. Crisis que es necesario describir con objetividad y sin prejuicios antes de aplicar la terapia adecuada. Crisis que se plasma, entre otras cosas en censura, absolutismo y estructuras autoritarias.

Pregunta: Sr. Küng, me ha llamado la atención que su libro está impregnado de un cierto alarmismo. No podía seguir callando, debía escribir este libro en este momento concreto. Metáforas como “enfermedad”, “recaída”, “subida de fiebre” abundan en su libro. ¿A qué se debe este alarmismo?
Küng: Alarma sí, pero no alarmismo. Si me permite, lo explico inmediatamente. He de decirle con toda sinceridad que en estos momentos, tan sólo un par de meses después de su publicación, veo las cosas incluso más negras que el color de la portada de mi libro. Tenemos una iniciativa de diálogo de los obispos que ha quedado en agua de borrajas. Creo que el sociólogo de la religión, Michael Ebertz (Friburgo), tiene razón cuando habla de una segunda crisis en la Iglesia Católica, después de la crisis de los delitos sexuales. El episcopado se muestra obviamente incapaz de comunicarnos qué es lo que ha pasado, para que se pueda encauzar debidamente el diálogo. Seguimos sin saber cómo proceder para iniciar dicho diálogo, los obispos no se ponen de acuerdo y quieren excluir determinados temas. Recientemente hemos asistido a una serie de acontecimientos muy desagradables que justifican tanto mi análisis como mi alarma.

Pregunta: Usted ha llegado a decir que estamos en la segunda fase de la crisis. Ha hablado de falta de disposición a dialogar. Aclárenos, por favor, este punto.
Küng: Suponemos que los obispos han aprendido que no pueden seguir actuando de una forma tan autoritaria como hasta ahora, que han de escuchar al pueblo. Pero no es así, ni siguiera han aprendido eso. Creo que ¡nosotros somos el pueblo! La gente dice: se nos está agotando la paciencia, queremos participar en las decisiones, también en nuestras parroquias. Queremos elegir a nuestros obispos, queremos ver a mujeres en los diferentes cargos, queremos que haya agentes de pastoral, hombres y mujeres, que sean ordenados/as sacerdotes. Son eslóganes y demandas que reflejan el descontento de la gente. De hecho, se ha producido un cisma dentro de la Iglesia entre los que, ahí arriba, piensan que pueden seguir actuando con el estilo de siempre y el pueblo y una buena parte del clero liberal.

Pregunta:¿Qué reacciones ha desatado su libro hasta la fecha?
Küng: Se lo he enviado a todos los obispos alemanes y hasta ahora las reacciones han sido, cuando menos, cordiales. También se lo he enviado al Papa Benedicto con una cortés carta en la que le expongo como, en el fondo, mi intención es ayudar a la Iglesia, aunque tenga una idea diferente de cómo deberíamos proceder. Él me ha hecho llegar su agradecimiento, lo que me parece un gesto positivo. Tengo sumo cuidado en intentar conducir el debate con objetividad, sin traspasar la barrera de la ofensa personal y sin que la cuestión devenga en un asunto personal.

Pregunta: ¿Qué reacciones ha provocado entre los laicos?
Küng: En pocas ocasiones he recibido tantas cartas agradeciéndome el libro, a pesar de tratarse, de hecho, de un análisis algo depre que puede producir desaliento. Me agradecen mucho que afirme que la recuperación es posible. El libro está repleto de propuestas concretas. No me puedo quejar de las reacciones, todo lo contrario, me anima mucho recibir casi a diario cartas de tanta gente, muchas veces de gente sencilla.

Pregunta: ¿Cuáles son para Ud. los principales síntomas de esta crisis de la Iglesia Católica que diagnóstica en el libro?
Küng: Básicamente que las parroquias se están secando lentamente, en parte a causa del mensaje dogmático que viene reiteradamente prescrito desde arriba. Naturalmente tenemos también el problema de los cargos eclesiales. En el libro lo ilustro con el ejemplo de mi propia comunidad en Suiza. Durante mucho tiempo hemos tenido cuatro sacerdotes (los “cuatro caballeros”); hoy no queda ninguno. Seguimos teniendo a dos jubilados y a un diácono. El diácono lo hace fenomenal, un alemán, por cierto. No obstante, no puede presidir la eucaristía por no haber sido ordenado sacerdote. Y no puede ser ordenado sacerdote porque está casado. Es completamente absurdo. Hemos de abordar una serie de puntos muy concretos: 1. el celibato ha de ser opcional. 2. las mujeres han de tener acceso a los cargos eclesiales. 3. se ha de permitir que los divorciados participen en la eucaristía; 4. se han de establecer comunidades eucarísticas entre las diferentes confesiones sin esperar otros 400 años.

Pregunta: Estos son algunos puntos para la terapia. Volvamos al diagnóstico. ¿Cómo denominaría Ud. la enfermedad que afecta al núcleo de la Iglesia Católica?
Küng: La enfermedad es el sistema romano. Lo introdujeron los Papas de la denominada Reforma gregoriana, en honor a Gregorio VII. Así fue como se introdujo el papismo, el absolutismo papal, según el cual una sola persona en la Iglesia tiene la última palabra. Esto produjo la escisión de la Iglesia Oriental que no aceptó dichas modificaciones. De esa época procede el predominio del clero sobre los laicos. Padecemos un celibato para todo el clero que se introdujo en el siglo XI. Aquí pienso que está el origen de la enfermedad. Ahí surgió el germen. Se intentó erradicarlo con la Reforma pero en Roma encontró resistencia.
Con el Vaticano II se intentó luchar contra todo esto. Tuvo un éxito parcial, aunque no se permitió debatir ni sobre el celibato ni discutir sobre el papado. Se puede considerar que el Concilio tuvo éxito a medias. En estos momentos la situación es calamitosa. En Roma, en lugar de haber aprendido algo, como hubiera sido de esperar, y haber emprendido el camino de la liberalización, los dos Papas restauracionistas -Wojtyla y Ratzinger- han hecho lo contrario. Han hecho todo lo posible para que el Concilio y la Iglesia retrocedan a una fase preconciliar.

Pregunta: ¿Se refiere al Concilio Vaticano II que intentó producir una cierta apertura?
Küng: Sí, los frutos del Concilio Vaticano II fueron excelentes: integró el paradigma de la Reforma en la Iglesia, incorporó las lenguas vernáculas a la liturgia, todo el pueblo participa hoy activamente en la liturgia, se revalorizó el papel de los laicos y el de la Iglesia Oriental. Incluso se ha producido una integración de los paradigmas de la Ilustración, de la Modernidad. Desde entonces se reconoce la libertad de culto y los derechos humanos; y tenemos una actitud positiva hacia las religiones del mundo y hacia el mundo secular. Pero éstos son precisamente los puntos en lo que Roma quiere retroceder. Roma lo tiene todo organizado para retener el poder.

Pregunta: Si le he entendido correctamente, desde hace unas décadas, en la Iglesia Católica, se ha producido una recaída, un retroceso, una fuerte concentración en el sistema de dominio romano ¿esto es lo que Ud. critica?
Küng: Sí. Esto queda de manifiesto en los siguientes puntos: primero, se han ido publicando continuamente documentos sin preguntar al episcopado y sin consultar a nadie previamente. Se trata de documentos de la curia que subrayan la pretensión de estar en posesión de la verdad, el monopolio sobre la verdad de la Iglesia Católica. En segundo lugar, tenemos toda la desafortunada normativa relacionada con la moral sexual que se ha ido publicando. Esta es la línea. En tercer lugar, tenemos la política de elección de personas. De forma sistemática, para los puestos de obispo y otros cargos de la curia se eligen exclusivamente personas fieles a esa línea. He escrito un capítulo entero sobre los motivos por los que los obispos guardan silencio: porque ya han sido seleccionados, porque previamente se han comprometido, porque en la ordenación han de prestar juramento al Papa, porque no pueden hablar libremente. Por eso escuchamos de todos la misma opinión. Los obispos se encuentran en una situación de gran presión, por una parte la que les llega de arriba, por otra parte la de la comunidad creyente.

Pregunta: ¿Por lo tanto, Ud. dirige sus críticas también contra el monopolio de poder y el monopolio de la verdad del Papa?
Küng: Sí, exactamente.

Pregunta: ¿Esa sería la principal herida?
Küng: Me imagino que si hubiéramos tenido otro Papa en la línea de Juan XXIII, la institución de Pedro sería algo magnífico. Podría ser una institución de guía pastoral, que inspira, que une. El papado actual es una institución de dominio que divide. El Papa divide a la Iglesia. Esta es una tesis que no se toma suficientemente en serio. Según las últimas encuestas, el 80% de los católicos alemanes quieren reformas.
El 20% que no las quieren son, por desgracia, los que sí son tomados en serio. Algunos obispos sostienen que entre los católicos hay dos grupos. No es cierto, no se trata de dos grupos. La mayoría quiere reformas. Es tan sólo una minoría de personas, con presencia en los medios, las que están en contra de las reformas. Ellos no representan a la Iglesia que deseamos tener. Como pueblo de Dios queremos una Iglesia en la que nos sentamos incluidos todos, no queremos un pequeño grupo dominante que controle todo.

Pregunta: Hay algo que no entiendo bien. Si Ud. critica al Papa actual y lo compara con otros Papas más liberales, entonces no es un problema de la estructura de la Iglesia, sino de la personalidad del Papa.
Küng: También recae en la personalidad del Papa. Joseph Ratzinger procede de un entorno conservador. Yo también procedo de un entorno conservador. Esto no es ninguna vergüenza, incluso se podría tornar en una ventaja. Pero él ha interiorizado este entorno. El vivió principalmente en Alemania sin conocer bien el mundo. Después se trasladó a Roma donde ha vivido en un gueto artificial en el que no se percibe lo que sucede en el resto del mundo. Al leer algunas declaraciones suyas, como el decreto que publicó sobre las otras Iglesias siendo aún cardenal, uno se pregunta: ¿dónde vive este hombre realmente, en la luna? Ahora ha anunciado una campaña de evangelización nada convincente. ¿Cómo se quiere evangelizar al mundo con un catecismo que pesa literalmente 1 kg? ¿Pretende torturar a la gente? Además está la cuestión de la enseñanza de la Iglesia. El habla expresamente de la “enseñanza del Papa”.
Esto, por supuesto, no hay persona ilustrada que se lo tome en serio. ¿Quién va a admitir a estas alturas que una sola persona reclame para sí el poder legislativo, ejecutivo y judicial sobre una comunidad de más de mil millones de personas? En tercer lugar, se está dando un impulso problemático al tipo de religiosidad popular tradicional que se quiere promover. Se producen estas terribles escenas en la que un Papa besa la sangre de su predecesor en su relicario de plata. Pero, bueno ¿dónde estamos? Esto es oscurantismo medieval.

Pregunta: Aprecio que se indigna cuando habla del Papa actual.
Küng: No, no se trata del Papa actual.

Pregunta: En su libro le critica con dureza. Habla, por ejemplo, de boato y despilfarro, de estructuras autoritarias. ¿Se le podría reprochar: Küng habla con cierto resentimiento?
Küng: No. Creo que sigo teniendo la capacidad de poder hablar muy bien con el Papa personalmente. Seguimos manteniendo correspondencia y él sabe que mi preocupación es simplemente la Iglesia; pero que tengo una concepción diametralmente opuesta a la suya en lo que al camino a seguir se refiere. Me interesa resaltar que no hemos llegado a esta situación por el Papa Ratzinger, sino como evolución desde el s. XI. Aunque Joseph Ratzinger y su predecesor hayan hecho todo lo posible para volver a un paradigma medieval de la cristiandad.

Pregunta: Sr. Küng, ¿el sistema romano no se asienta en el Nuevo Testamento y en la Historia de la Iglesia?
Küng: No. La misma palabra “jerarquía” no la encontrará en el Nuevo Testamento. Sí que aparece seis veces la palabra “diaconia” con la famosa frase: “el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos”. En esa misma línea tenemos también la escena del lavamiento de pies. Pero el Papa quiere ser señor entre los señores. Aparece como un faraón moderno. Si observamos las ceremonias en San Pedro, una sola persona está en el centro, mientras los obispos se mantienen a distancia, como figurantes. Nadie tiene nada que decir, sólo hay uno que habla, sólo hay uno que lo decide todo. Esta no es una Iglesia de nuestro tiempo. Y no se corresponde en absoluto con el Nuevo Testamento ni con su época, donde reinaba la hermandad, donde las mujeres estaban presentes y donde había una comunidad carismática, como se ve en las comunidades paulinas.
Todo lo contrario de lo que se practica hoy en día. Hoy reina una estructura medieval que, en principio, sólo se encuentra en los países árabes. Nos recuerda al comunismo: se basa en el secretario de un partido único que decide todo. El resto ha sido elegido en función de su lealtad a la línea papal. Lo mismo pasa con los obispos. Aunque, cada vez hay menos creyentes que aceptan este sistema autoritario. Ni en Arabia se acepta ya a los autócratas. Yo sostengo que en la Iglesia Católica los autócratas tampoco tienen ningún futuro.

Pregunta: Ha dicho que la Iglesia Católica no está a la altura de la época moderna. No obstante, se podría objetar que esa es precisamente su ventaja. ¿En qué piensa Ud. que debería transformarse? ¿En una empresa moderna acorde a los tiempos? En ese caso, no ofrecería ninguna alternativa.
Küng: No es que yo sea un partidario absoluto de la modernización. La Iglesia debería, en primer lugar, volver a sus orígenes. Se trata de ver si todavía podemos apelar a Jesús de Nazaret o no. En mi libro describo una escena: es impensable que Jesús de Nazaret apareciera en una ceremonia del Papa, no tendría sitio. Es simplemente una manifestación de poder pomposa e imperial, donde todos aplauden y los señores de este mundo participan para ser vistos y recoger votos. Esa imagen no tiene nada que ver con la Iglesia que Jesús quería, es decir no tiene nada que ver con la comunidad de discípulos de Jesús.
No se trata de modernizar a cualquier precio. En determinadas circunstancias, precisamente habrá que ofrecer resistencia a la Modernidad, justamente en los aspectos en los que es inhumana. He escrito suficientes libros críticos con la Modernidad, por ejemplo: “Anständige Wirtchaften” (Una Economía Honrada), que trata sobre la falta de moral de la economía. Lo que no puede ser es que adoptemos como solución la Edad Media, cuando lo que deberíamos es dar el paso de la Modernidad a la Posmodernidad.

Pregunta: Hans Küng apela a Jesús, el Papa apela a Jesús. ¿Qué puede hacer un laico ante estos dos intentos de legitimación?
Küng: Debería leer la Biblia, así se daría cuenta de donde está Jesús. Cuando Ratzinger en calidad de teólogo, también como Papa, escribe sobre Jesús -aunque realmente no debería escribir libros sino dirigir la Iglesia- lo hace sobre el Cristo dogmático que camina sobre la tierra. No habla de que Jesús contradecía a las instituciones religiosas de su tiempo, de que al final fue asesinado por los que se consideraban ortodoxos. Todo lo contrario, habla siempre del Cristo de los dogmas, de la Iglesia y de la administración.

Pregunta: Volvamos a los obispos. Ha mencionado que son todos muy fieles a la línea papal, y que se trata, de hecho, de un grupo hermético y estanco. ¿Cómo se ha llegado a esto?
Küng: Es como si el Papa pudiera nombrar él sólo a todos los obispos. Sobre todo se comprometen con su línea. Sucede literalmente como en el partido comunista, donde nadie tiene nada que decir salvo el jefe de Moscú. Por eso dicen todos lo mismo. Si hablas individualmente con los obispos, te dicen: “Tiene Ud. razón, por supuesto, pero…”
Si tan solo hubiera un obispo en la República Federal Alemana que, por fin, dijera cómo está la situación, que así no se puede seguir, que se han de abordar reformas, se le echarían encima Roma y el Vaticano, que intervendrían a través del nuncio, etc. También tendría al resto de los obispos enfrente, en especial a la facción de Meissner, que intenta ejercer el terror sicológico en la Conferencia Episcopal y, naturalmente, a toda la curia romana. Tendría en contra a todo ese pequeño grupo de conservadores y sus agencias de prensa, las que difunden continuamente noticias. Tendría que ser muy fuerte. Aunque contaría, al menos, con el apoyo del pueblo.

Pregunta: En el centro de su crítica está el sistema romano. Esta cuestión ya la hemos abordado. En la conversación previa a la entrevista ha comentado que preferiría no hablar de los casos de abuso sexual. No obstante, lo menciono porque hay un punto que deberíamos aclarar: ¿estos casos de abuso sexual son, desde su punto de vista, parte de un problema estructural? En su crítica al papado, habla Ud. precisamente de problemas estructurales.
Küng: Por supuesto. Siempre ha habido una animadversión hacia la sexualidad, no sólo en la Iglesia, también en la Antigüedad. Pero tenemos el problema del celibato del clero cuyo origen se remonta a las normas impuestas por los Papas del s. XI. No quiero decir, en absoluto, que el celibato desemboque necesariamente en la homosexualidad o en el abuso sexual.
En absoluto. Pero cuando decenas de miles de curas han de reprimir su sexualidad y, por muy buenos párrocos que sean, no pueden tener esposa ni familia, entonces tenemos un problema estructural. Estas condiciones hay que cambiarlas definitivamente. Aunque parece que es un tema sobre el que no se debe debatir. El Obispo de Rottenburg da una conferencia fabulosa sobre el Espíritu Santo, al que hay que abrirse, y se manifiesta a favor del diálogo; pero, al día siguiente, leo en la prensa -para gran decepción de muchos dentro y fuera de la diócesis- que el mismo obispo, que habla tan maravillosamente, ha suspendido una jornada sobre sexualidad en su propia academia. ¿Qué nos queda?

Pregunta: Esa jornada estaba prevista para finales de junio y el tema era la moral sexual actual.
Küng: Sí, y en lugar de asistir y defender sus ideas en las que está tan bien formado, escurre el bulto. Desautoriza a la directora de la academia y a todos los que quieren asistir. De esa forma deja claro que el diálogo del que habla no es más que una frase vacía.

Pregunta: ¿Cómo piensa que está actuando la Iglesia Católica con relación a los casos de abuso sexual?
Küng: Se sigue sin adoptar una postura clara, por ejemplo, sobre si los agresores deberán responder ante un tribunal civil o cómo se va a proceder, tal y como se deduce de las últimas noticias que llegan de Roma y de Estados Unidos. En Alemania dicen que ya se han disculpado y se da el caso por cerrado. Al mismo tiempo, ningún obispo quiere hablar de que sean cuestiones estructurales, ni de que hay que abordar de una vez por todas temas como el celibato de los hombres o la ordenación de mujeres. Pero, ¿por qué no?. Lo que se esconde detrás de ello, desde mi perspectiva, es simple y llana cobardía, lo contrario de esa franqueza apostólica que cabría esperar y de la que se habla en la Biblia, al igual que los apóstoles hablaban con libertad. Los obispos actuales callan. Y, si hay ocasión de ejercer su poder, lo ejercen.
Es una vergüenza que se abuchee al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana en el Día de la Iglesia. ¿Por qué? Porque él de forma arbitraria ha tomado la palabra con el fin de criticar el Memorando de los teólogos. Cuando el Memorando de los teólogos -firmado ya por 300- está redactado en términos exquisitos. Así no se puede seguir.

Pregunta: Hasta aquí el diagnóstico de la crisis. En este contexto recurre Ud. continuamente a la metáfora de la enfermedad, pasemos ahora a las propuestas para la terapia. Ud. tiene una imagen concreta de la reforma de la Iglesia. De nuestra conversación deduzco que la reforma que el Sr. Küng tiene en mente pasa por eliminar totalmente la institución de la Iglesia.
Küng: No, qué va, todo lo contrario. Me gustaría que reconstruyéramos la institución de la Iglesia desde abajo, por supuesto, con base en el Nuevo Testamento y en el humanitarismo.

Pregunta: Entonces, ¿hay que deshacerse totalmente de las estructuras actuales o no?
Küng: Hay que abolir, por supuesto, el absolutismo del Papa. Aunque se puede mantener y apoyar perfectamente una institución que dirija la pastoral, presidida por un obispo en Roma, siempre que sea en la dirección del evangelio. Podría tener incluso una función ecuménica. Lo que critico es que una única persona quiera decidirlo todo y, por ejemplo, que destituya a un obispo, como ha vuelto a hacer el Papa Ratziger, por primera vez desde el Concilio.
Tenemos el caso del obispo Morris de Australia. Se le destituyó porque dijo que no le quedaban curas y pedía la abolición del celibato y que se admitiera a mujeres al sacerdocio. Cuando se cesa a una persona de su cargo de esta forma sólo cabe concluir: esta no es la Iglesia de Jesucristo, esto es un sistema que exige una total identificación y ni siquiera a sus obispos les permite la menor divergencia.

Pregunta: No obstante, la institución del papado ¿le parecería aceptable si el Papa fuera más liberal, más abierto? ¿O diría que esta función del papado ya no está en consonancia con los tiempos que corren?
Küng: No. Siempre he estado a favor del equilibrio, del check and balance. Es bueno que haya una comunidad, también es bueno que haya algunas autoridades. Un hombre como Juan XXIII tuvo un efecto maravilloso en la Iglesia. Hizo más en cinco años que Wojtyla con sus docenas de viajes. Cambió toda la situación. Fue una gran oportunidad. No obstante, Sr. Casparry, he de confesarle que hoy tengo más confianza en las parroquias y no le quiero privar de una buena noticia que he recibido. Dos parroquias de Bruchsal, las comunidades romano-católicas de St. Peter y la comunidad parroquial de Paul Gerhardt, evangélica, escriben: “Damos por terminada la división que durante casi 500 años ha vivido la cristiandad en nuestra zona”.
Y añaden -espero que se publique pronto-: “Reconocemos que en todas las parroquias firmantes se vive igualmente como seguidores de Cristo y como comunidades de Jesucristo. Reconocemos que en nuestras parroquias Jesucristo nos invita a la mesa del Padre y sabemos que Él no excluye a nadie que quiera seguirle. Por la presente, manifestamos expresamente nuestra recíproca hospitalidad”. Espero que haya muchas parroquias en Alemania que hagan lo mismo. Si los de arriba no quieren, a nivel parroquial podemos dar por superada y finalizada la escisión.

Pregunta: ¿Cómo se imagina Ud. esa Iglesia construida desde abajo? ¿Cuáles serían sus fundamentos institucionales? ¿No habría un riesgo de caos, de que la Iglesia se dividiera aún más en múltiples direcciones?
Küng: Lo que acaba de oír de Bruchsal es precisamente lo contrario a una escisión. Acerca a las parroquias. Y en la época del Concilio disfrutamos de gran unidad en la Iglesia. La división actual viene de arriba porque se ha intentado invalidar el Concilio, porque algunos están convencidos de que hay que volver a introducir la misa en latín. Ante estos hechos hay que protestar. Se puede ofrecer resistencia como en el caso de las monaguillas.
Los creyentes dijeron simplemente: queremos que haya monaguillas y listo. Ahora, los de arriba intentan establecer que, al menos en las misas en latín, no haya mujeres. Necesitamos que haya una resistencia activa, de lo contrario la Iglesia se va a pique. Estamos en una situación desesperada, hemos perdido prácticamente a toda la generación joven. Esta es la diferencia con respecto a los países árabes donde cientos de miles salen a la calle. ¿Hay hoy 100.000 que salgan a la calle a pedir reformas en la Iglesia Católica? Continuamente me encuentro con padres que me dicen: “Sabe Ud. me da tanta pena que, siendo católicos convencidos, después de haber tenido siempre un buen ambiente familiar en casa, no consigamos que nuestros hijos participen en la Iglesia.”

Pregunta: Ha hablado de desobediencia civil. ¿Puede concretar? ¿Qué hacen los curas en las parroquias?
Küng: Los párrocos, en su mayoría, practican una desobediencia discreta. Si un padre evangélico se acerca a recibir la comunión, no le preguntan si es evangélico, tal y como se ha llegado a hacer en las jornadas de jóvenes de Colonia. Tampoco anuncian, tal y como se les vuelve a exigir, que de conformidad con el Papa, sólo determinadas personas puedan participar en la eucaristía. Los párrocos, los buenos párrocos, prescinden de esas normas y se las arreglan bastante bien. Aunque yo apoyaría que hubiera más párrocos como los de Bruchsal que sacaran a la luz su resistencia, de forma que la gente se dé cuenta de que avanzamos.

Pregunta: ¿Es capaz la Iglesia Católica de iniciar ella misma la reforma desde dentro?
Küng: Bueno, conozco el sistema desde dentro y lucho por que se produzcan las reformas. Sé que tengo millones de personas de mi parte. En este sentido es cuestión de tiempo. Simplemente no podemos avanzar basándonos en un señor absoluto que prescribe lo que hay que hacer en el dormitorio (palabra clave: la píldora…) y que establece todas las normas desde su limitado campo de visión. Creo que la política papal ha demostrado ya ser un fiasco y no nos debería corromper más. La única pregunta que también se hizo el partido de la Unión Soviética, el partido comunista, es ésta: ¿hay algún Gorbachov que nos pueda sacar de este tugurio?

Pregunta: ¿Quiere decir eso que estaría a favor a de algo así como una Perestroika en la Iglesia? Eso requiere una personalidad muy carismática.
Küng: Reclamo una Glasnot y una Perestroika, especialmente para las finanzas de la Iglesia. Me gustaría saber cómo se pagan las cosas realmente en Roma, quién parte el bacalao.

Pregunta: Ese sería otro tema. La Perestroika sería para Ud…
Küng: … la independencia, sí

Pregunta: Veremos si sus ideas y su visión de la Perestroika caen en suelo fértil y qué pasa en los próximos 20 años dentro de la iglesia católica. Una vez leído su libro, me inclinaría por un cierto escepticismo y pesimismo. No obstante, se encuentra entre las cosas buenas, pienso.
Küng: Sólo puedo apelar y esperar que haya suficiente gente que se ponga en pie y, por fin, se rebele.

martes, 17 de mayo de 2011

Enjundia sospechosa o denuncia facciosa

El diputado de Acción Nacional ene l Congreso de Jalisco Héctor Álvarez Contreras ha tenido una actuación protagónica los últimos días a propósito de un sistema que instaló sobre su oficina para recibir denuncias de personas con relación a la presunta operación de funcionarios públicos que cobran sin trabajar o laboran en más de una dependencia del gobierno del estado, del poder legislativo y municipios de Jalisco. Recientemente ha dado a conocer nombres, salarios y dependencias de servidores públicos que cobran en 2 lugares.
A primera vista esta denuncia del diputado parece interesante y algunos medios de comunicación le han dado difusión profusa y abundante a los reportes del diputado y hasta dan por hecho los cálculos que el diputado hace sobre el costo de esta situación irregular que afirma haber detectado. De modo especial ha dirigido sus baterías sobre una presunta “nómina secreta” que maneja el poder legislativo de Jalisco y hace señalamientos sobre el municipio de Guadalajara y el de Arandas con presuntos “dobleteros.”
Si se considera que poner a título personal una mesa receptora de denuncia ciudadana sobre irregularidades en la nómina de los poderes públicos estatales y municipales no es una facultad de los diputados del estado la situación despierta una serie de sospechas. El problema es que el trámite que sigue el diputado Álvarez a partir de la recepción de denuncias lo único que muestra es una gran incertidumbre sobre el resultado. El diputado deshecha algunas denuncias y difunde otras sin el menor rubor ni transparencia y sale a gritar a los medios sobre “casos contundentes de dobleteros y aviadores, para demostrarle al Alcalde de Guadalajara que no es demagogia.” El escándalo hace dudar del caso: ¿interesa resolver el problema o embarrar a sus adversarios políticos? ¿Porqué la bravura con los de fuera no aplica con los de dentro si su afán es justiciero?
Curiosamente, las baterías del diputado Álvarez enfatizan el fuego sobre gobiernos que no se identifican con su partido. Adicionalmente, en lugar de aportar los elementos con que cuenta sobre presuntas ilegalidades y canalizarlos a las instancias competentes, arma un griterío que a lo menos parece faccioso. El diputado Álvarez cuenta con una “caja negra” de la que nadie sabe cómo procesa la información con que cuenta y sólo sabe de una selección fina de datos que difunde con enjundia.
Algunas preguntas surgen de la enjundia del diputado Álvarez: ¿cuándo investigará sobre la supresión de programas sociales en la secretaría de desarrollo humano del gobierno de Jalisco para dar acomodo a los funcionarios que se quedaron sin su plaza en los municipios que perdió el PAN en las elecciones municipales de 2009? ¿Entrará el diputado Álvarez a indagar la situación de la plantilla laboral de la secretaría de Educación o seguirá gritando que bueno, como sí hay cositas en la secretaría de educación pero que hay poco y del chico? El diablo sabe a quién se le aparece. ¿Indagará el diputado Álvarez las aportaciones del gobierno de Jalisco a organismos civiles de ultraderecha para financiar sus actividades del ultraderecha? ¿Le alcanzará al diputado Álvarez las pilas para investigar el manejo facciosos de la nómina del organismo público defensor (?) de derechos humanos y sus actuaciones piratas e igualmente facciosas y torcidas? ¿Se habrá enterado el diputado Álvarez de la costumbre de algunos diputados que se quedan con una parte del salario de sus colaboradores? ¿Ya se cercioró si ocurre eso en su propia oficina? ¿Indagará las maromas presupuestales del gobierno del estado que lo hacen gastar en proyectos surrealistas como spots televisivos en otros estados del país anunciando el informe del Gobernador, telenovelas, donativos para campeonatos de golf, terapias para “curar” de la homosexualidad a las personas y otras linduras?
Alguien debe avisarle al diputado Álvarez que está haciendo actividades que no le corresponden; que su tarea es mejorar las leyes de contraloría y sobre mecanismos legales que pudieran prevenir y atacar la corrupción en las dependencias públicas de Jalisco; para eso se le paga, no para armar espectáculos más propios del carnaval de Autlán en los que denuncia casos sacados de su incierta “caja negra” procesados en el misterioso secreto de su real pecho. El diputado Alvarez lo que está realmente es causando oprobios y denostando a las instituciones competentes de contraloría, procuración de justicia y vigilancia de la legalidad del presupuesto y la función pública.

Mientras haya un manejo de “presuntos” casos cuyas evidencias recabadas se turnan a las autoridades competentes, la cosa marcharía sobre el carril de la legalidad. El problema que se evidencia es un actuar faccioso torcido apuntalado por la denostación y no por un afán genuino de legalidad.

Los señalamiento del diputado Álvarez parecen más “elotazos” con dedicatoria especial al presidente de Guadalajara pero en el calor de su bravura no advierte que suenan tan falsos e inciertos como sus procedimientos cocinados en lo oscuro de su cubículo. Si la cuestión es proceder conforme a derecho, el aplauso sería generalizado, pero aquí se sigue un camino cómodo al esconderse tras una amplia cobertura de los medios de comunicación que no le cuestionan la solidez de sus dichos y porque el escándalo “vende” con independencia de su veracidad; se esconde también tras del principio constitucional de que nadie puede reconvenir a un diputado y menos por sus dichos, pero lo faccioso, parcial y torcido. Bien haría el diputado Álvarez en cuidar su función y dejar la denostación de partidos de enfrente con sus “pruebas contundentes” que dejan mal paradas a las autoridades competentes. Cuando el diputado Alvarez muestre objetividad, transparencia e imparcialidad en su “mesa receptora” de denuncias (que no es su función) y termine con la corrupción que es probable que atraviese su propio partidos (¿ya revisaría su oficina?) probablemente contribuya a una mejora en la función pública. Mientras tanto, este asunto muestra su mal gusto y lo deja como “candil de la calle.”

lunes, 16 de mayo de 2011

Del Voto nulo a la nula participación

Llama la atención la energía y el encono con la que se promovió el “voto nulo” en la elección de 2009 criticando al sistema de partidos, las y los candidatos “nulos” e incluso la denostación de personas participantes en las elecciones federales y locales. En el caso de Jalisco, si se toma en cuenta el resultado en las elecciones municipales en los procesos de 2003, 2006 y 2009 (IEPC) se puede advertir el salto tremendo del 2% del voto nulo al 5.6% con relación a la votación emitida y 6% sobre la votación válida.
Votación 2003 2006 2009
Votación nula 55,090 60,669 138,208
Votación por candidatos no registrados 2,651 4,003 8,873
Voto nulo 57,741 64,672 147,081
Votación Emitida 2,319,028 2,863,889 2,604,485
% Votación nula 2 2 6
Votación Válida 2,261,287 2,799,217 2,457,404

Si se toma en cuenta el listado nominal (según datos del IFE) según se muestra:

2009 H M T
Padrón Electorn 2,652,224 2,826,906 5,479,130
% 48 52 100
Listado nominal 2,377,797 2,537,059 4,914,856
% 48 52 100
Padrón Electoral. En el se encuentran todos los ciudadanos mexicanos que solicitaron su inscripción al mismo, con la finalidad de obtener su Credencial para Votar con fotografía y así ejercer su derecho al voto.
Listado nominal. Contiene todos aquellos ciudadanos que solicitaron su inscripción al Padrón y cuentan ya con su credencial para votar con fotografía vigente.
Fuente: http://www.ife.org.mx/portal

La interpretación de estos datos no muestra un panorama no es optimista: participó en la última elección el 52% de los electores con credencial para votar e inscritos en listado nominal; esto significa que se abstuvo el 48% y si se le suma el 6% del voto nulo, tenemos que un 54% del electorado manifiesta una respuesta negativa con relación al sistema de partidos, al sistema electoral y en alguna forma al sistema político vigente.

Es claro que no se trata de un grupo homogéneo en cuanto a motivaciones ni intencionalidad: mientras unos no acuden a la urna, otro sí se presenta a la casilla, se acredita como elector con plenos derechos y procede a anular su voto sea llenando la boleta de tal modo que al hacer el conteo los funcionarios la anulan entre otros motivos por designar a un candidato no registrado. Esta costumbre de señalar un apartado para los candidatos no registrados tiene una historia curiosa que en muy pocas ocasiones ha tenido efecto en la vida política reciente del país y en algún modo prefigura las candidaturas independientes de ciudadanos que le dan la vuelta al sistema de partidos y luchan por tener un lugar primordial entre los factores de poder representados en las cámaras y los poderes legislativos y municipales del país.

Este punto llama la atención sobre el significado de las candidaturas independientes de los partidos a cargos públicos (hoy día inexistentes en la legislación electoral): para algunas personas se considera como una violación del derecho fundamental para que toda mujer y todo hombre, en igualdad de condiciones tenga acceso a los cargos de elección pública con los requisitos elementales y mínimos que la ley imponga para preservar una participación sólida, racional, consistente y en plenas capacidades personales de las personas electas. Esta figura y la lucha que supone su reconocimiento en la constitución constituye un punto clave en la historia política del país, salvo que de aprobarse se pongan tantos requisitos que terminen anulándola.

De cualquier forma, lo que llama la atención es que las organizaciones que hace un par de años hicieron una campaña inteligente, provocadora, crítica y con un amplio impacto (a juzgar por los resultados electorales presentados arriba) hoy lucen más bien anulados: no han empujado las discusiones en los congresos (al menos en Jalisco) ni han salido a la calle a llamar a la conciencia ciudadana sobre la importancia de esta reforma.

Se criticó en su momento al movimiento de los “analistas” del voto la insuficiencia de sus razones y que dado que el sistema electoral vigente está diseñado para resistir altas cifras de abstencionismo o votación nula por el hecho de que gana una elección quien obtiene un mayor número de votos (y no quien gana la mayoría simple de la votación según el listado nominal) emergía la sospecha si no estarían jugando a favor de un partido “grande” fungiendo como el esquirol que aleja a quienes sin tener una opción partidaria decidida o comprometida con sus valores (voto duro partidario) dejan la disputa entre los votos duros de los dos partidos mayoritarios hoy por hoy en el país y en el estado.

Es el caso que este grupo pasó de la denostación a los candidatos (misma que llevaron a un nivel muy gráfico (como poner “nariz” de payaso a las caras de candidatos en su publicidad impresa en las calles) y lo trasladaros a declarar “funcionarios nulos” a los diputados y munícipes electos en el proceso electoral. Con este gesto el grupo de “analistas del voto” (por llamarlo de algún modo) se deslindaron de dar un seguimiento a los funcionarios y se muestran ausentes en una discusión en el poder legislativo que precisamente, de aprobarse, llevaría a ver cumplidas algunas metas esbozadas en sus supuestos: que el voto nulo pueda tener repercusiones en el sistema de partidos, que haya candidaturas independientes de los partidos y que operen figuras como la revocación del mandato y la reelección de ciertos cargos públicos, con lo que el voto operaría como premio-castigo y obligaría a un ejercicio más responsable de los funcionarios frente a sus electores.

Queda la impresión de que este movimiento (if any) de anulación del voto (con insuficiencia conceptual, exceso de crítica y denostación personal) se convirtió en una nulidad crítica inconsecuente con el proceso que en parte generó, una nulidad organizativa que abandonó graciosamente sin aviso la plaza pública, cuando había prometido una apasionada entrega. Además de poco entender del asunto, no soportan para sí, la crítica que sí dirigen a otros actores. Ni pex.

viernes, 25 de febrero de 2011

¿Abigeato o evasión de lógica?

El diario Mural publica el 25 de febrero una nota sobre una aportación de los regidores del PAN en el municipio de Guadalajara por el que “Politizan por robar iPhone a joven / Santiago Vega y José David Estrada. Ante la difusión que se ha dado del robo de un iPhone a Jorge de la Cueva por dos policías de Guadalajara, la fracción del PAN en el Ayuntamiento tapatío interpuso una denuncia, contra quien resulte responsable, por el delito de evasión de presos. "Estaban los indicios claros de que estos elementos habían cometido el ilícito y en este sentido se configura la flagrancia, y la obligación de la Policía Municipal, lo mínimo que debe hacer, es ponerlos a disposición de la Procuraduría", señaló el regidor albiazul Sergio Sánchez Villarruel.”
http://www.mural.com/libre/online07/edicionimpresa/default.shtm?seccion=primera

La pregunta es si esta acción contribuye y da cauce a una preocupación de la población en torno a la seguridad pública y la integridad de las personas que están a cargo de dicha función. Los remedios precisan ser congruentes con el problema que se enfrenta.

Habría qué tener el escrito de la denuncia que presentan el regidor Sergio Sánchez para emitir una opinión más precisa, pero de los datos disponibles en la nota de Mural se advierte denuncia que en el presente caso los hechos en torno al caso del policía difundido en los últimos días apuntan al delito de Evasión de Presos en el Código Penal de Jalisco que en su artículo 113 dispone: “se impondrán de tres meses a siete años de prisión al que
• favoreciere la evasión
• de algún detenido,
• procesado o
• condenado.
Si el responsable de la evasión fuese servidor público, se aumentará la pena hasta en una tercera parte y será además destituido de su empleo e inhabilitado de uno a diez años para obtener otro de la misma naturaleza.
Si fuesen dos o más los que favorecieren la evasión, o dos o más los evadidos, la sanción será de dos a ocho años de prisión.”

El problema es que en este caso no había ninguna persona detenida, que estuviera siendo procesada o que hubiera sido condenada por la comisión de algún delito, de modo que no hubo evasión de presos por la calidad de las personas involucradas no llegaba a preso siquiera. Probablemente los denunciantes quisieron referirse a alguna forma de omisión, la aplicación indebida del procedimiento ante las quejas y denuncias del joven afectado en el incidente, pero en todo caso tendrán qué aportar elementos para mostrar esa actuación indebida.

La falta de lógica legal en la denuncia de los panistas probablemente muestre que piensan en la lógica de ganar notoriedad ante los medios, de pretender mostrarse ante la opinión pública como una oposición combativa hacia la fracción mayoritaria en el pleno del ayuntamiento y le apuesten al desprestigio de las personas y las instituciones de seguridad pública municipal. Probablemente esta posición no constituya una contribución al caso de la inseguridad en el país, el estado y el municipio. Es cierto que hay irregularidades en la función pública que tienen qué sancionarse con ejemplar fuerza sobre la denuncia de las personas afectadas y con fuertes medidas preventivas. La propia constitución prevé el caso para sancionar los casos en que las personas encargadas de la función pública omiten su trabajo o lo hacen de forma irregular y con ello se violan los derechos fundamentales de terceros. En nuestro sistema legal se cuentan con autoridades y procedimientos para conocer y sancionar con eficacia las violaciones a los derechos de las personas por malas actuaciones. Esta es la opción en la que se requiere profundizar y a la que tenemos qué apostarle desde cualquier posición política que se tenga.

El factor de la participación ciudadana es y puede ser mayor para intervenir en la función de seguridad pública en nuestra sociedad; existen mecanismos de participación ciudadana que precisan ampliarse y dinamizarse para dar cauce a la propuesta de las y los ciudadanos para guiar las acciones de las policías, mejorar sus indicadores de desempeño, innovar sus protocolos y proponer una radical mejora institucional. A todos conviene profundizar en estos mecanismos y presionar para que sean viables. La denuncia ciudadana es un eje sobre el que esta mejora institucional de seguridad pública podrá llegar más pronto que tarde.

En lugar de interponer denuncias frívolas y de notoria improcedencia, la fracción del PAN en el Ayuntamiento de Guadalajara puede hacer uso de sus facultades de supervisión, de reglamentación y de iniciativa, de citar a comparecer a funcionarios de las dependencias municipales de Guadalajara ante las comisiones edicilias relacionadas con este y otros casos en que se considere urgente una mejora en su desempeño. De otro modo, si se trata de apostarle al escándalo, a la denostación y al desprestigio del gobierno municipal, es probable que la semana que entra interpongan sobre los mismos hechos una denuncia por abigeato, por aquello de que se vio muy buey.

lunes, 7 de febrero de 2011

Questo quelootro... ¡chalú!

Decir en un programa radiofónico que hay alcoholismo en Los Pinos fue parte de un incidente en la cámara de diputados, no es un rumor que flote en la vecindad, máxime si el programa trata de difundir los hechos y las versiones del debate político y social en el mundo.

En una dictadura, cuestionar es confrontar al poder "haiga o no haiga tema."

¿Acaso difundir los resultados electorales en México implicará a las radiodifusoras adherirse al ganador?

Es un asunto difícil y MVS calcula sus pérdidas y ganancias; un enojo presidencial puede salir caro a las partes, incluyendo a la propia oficina de Los Pinos.

De acuerdo con las versiones difundidas en las redes sociales, es probable que MVS haya optado por encarar las críticas de un sector de la población que un oficio de fuego del poder y sus sicarios de oficio (cintas de clausura en mano)

Pero el tema sigue en el aire o en la copa, como en su momento se cuestionó la salud mental del presidente Fox. Si es cierta la versión, que se atienda. Si no lo es, que se conteste llanamente como se ha dicho: "¡Pruébenlo!" No sería la primera ni la última vez que ocurre (haiga o no haiga cantina) Lo cierto es que años después de las versiones bien acuñadas en un artículo de la revista Proceso sobre las dósis de prosac presidencial, resultó efectivamente el antidepresivo se administraba al presidente, que los cachorros gorditos hijos de la mamá y que la dueña de la cabañita del amor imperaban la pradera, tomaban decisiones presidenciales e imponían su ley y hasta hicieron millonarios negocios, incluido el mecanismo para controlar puntualmente qué temas debían tocar y cuáles no, las personas antes de entrar a las audiencia con el presidente Fox: "es que se pone bien loco o se deprimía Vicente ante ciertos tópicos." Tener un presidente así...