A propósito del reporte en medios de comunicación sobre que la Policía del Distrito Federal detuvo una red nacional de pornografía infantil con ramificaciones internacionales, en la que participaba el sacerdote católico Rafael Muñiz López, de Veracruz (Lobo Estepario en internet) junto con otros siete detenidos... el Episcopado Mexicano minimizó la detención Rafael Muñiz López: “Entre más humano nos vean, más nos van a apreciar”, señaló el vocero, Leopoldo González. ¡Sopas!
¿Acaso la mala influencia o la encefalitis equina hayan dañado el cerebro del declarante mucho antes de la emergencia nacional que vivimos? ¿Será que monseñor Leopoldo González no tenía la menor idea de las implicaciones de su dicho? Cuesta trabajo que alguien en su sano juicio se exponga al oprobio, la denostación y el ridículo de una manera tan gratuita como errática. Fuera de micrófonos, añadió que enviaría una caja de condones al reverendo Muñiz López para hacer más llevadera su estancia en la cárcel.
Una salida diplomática y más barata de monseñor González probablemente podría haberse expresado en lenguaje bombón: "Nos preocupa este tipo de casos porque causan mucho dañoi y ofenden a la sociedad... ojalá se haga justicia y paguen los responsables de tan terribles delitos una vez que se investigue y se pruebe en el juicio la culpa de cada quien" O algo así; pero no... se fue por el peor argumento, en un mal momento y de la peor forma imaginada.
¿Torpeza? ¿Complicidad? ¿Frivolidad clerical? ¿Reprobó la carrera de filosofìa? ¿Sabe algo de teología? No lo sabemos. Lo que sí es evidente, es que Rafael Muñiz López, sacerdote de Veracruz ligado a una banda de ciberpederastas y el vocero del episcopado mexicano, Leopoldo González quedaron unidos en una rara complicidad (nótese que se refiere al caso como si una hilo de hermandad los une: “Entre más humano nos vean (a la banda de pederastas y el sacerdote presunto involucrado) más nos van a apreciar” (a los sacerdotes católicos) señaló. Nomás le faltó decir que nos esperaba en San Panchieuuuuuuuuuuuuuuuuuuú (al estilo de la célebre despedida de Vicente Fox de los Pinos, cuando dijo viviría en San Pancho, pronunciando un chiflido en lugar de la última sílaba.
El tema subyace desde la imposición del celibato a los sacerdotes católicos por motivos de herencias y sucesiones familiares, en el siglo IV. Luego vendrían los acomodos teológicos. El problema es que los afectos y la sexualidad son como el agua: buscan su camino... hasta que llegan al mar. Si alguien mal los contienen, luego le andan saliendo por las orejas en formas por demás lastimeras. Por lo visto es imposible para el Vaticano actualmente admitir la condición humana de los varones y decretar la libertad al clero católico para casarse y llevar una vida de pareja, procrear hijos y sentir lo que es amar a Dios en colegios particulares; en su lugar, sale con justificaciones tan torpes, tan falsas, tan miserables y criminales como las de este angelito: "Entre más humano nos vean, más nos van a apreciar.”
Entre garrapatas y chinches está difícil escoger a mi plaga favorita.
jueves, 30 de abril de 2009
jueves, 23 de abril de 2009
Las afirmaciones del obispo de Saltillo Raúl Vera López de que "todo ser humano es redimible, no podemos excluir a nadie del amor de Dios, por eso tenemos que hacer una evangelización pensando en El Chapo" (miércoles 22 de abril en el Claustro de Sor Juana en México DF, reportada por varios medios de comunicación masiva) desconciertan y provocan algunas ideas:
1) Participar en la delincuencia, incluida la de alto impacto, como la delincuencia organizada tipo narco, en sí mismo es una circunstancia, un hecho por la que algunas personas optan (¿habrá alguien contra su voluntad?) y por ello se excluye de algunas membresías: del respeto a la ley pública y de mandatos morales y religiosos que piden al feligrés ser mejor persona y guiarse por el amor a Dios y al prójimo.
2) Es probable que las personas que viven en el narco justifiquen su práctica con explicaciones y principios hechos a su modo: el narco es un trabajo, es valentía, es lealtad y resulta compatible con su religión (de la que sea, oficial o pirata, adecuada o reformada) Incluso hay devociones religiosas (que revuelven mil cosas) que incluyen "santos patronos" del gremio narco, sicario y demás variaciones del delito. Viven su propio mundo en el que rigen sus propios códigos, principios y acuerdos. La cuestión estalla con los daños sociales que generan, la violencia que activan y la persecusión que desencadenan en el gobierno contra ellos.
3) Con relación al marco del evangelio de Jesucristo, es de considerarse que quien opta por una vida de delincuencia organizada tipo narco, se excluye solito de facto de cualquier referencia eclesial o de los principios de la religión católica; se trata de un efecto de la decisión personal de ser y hacerle al narco. Si una persona pretende ser narco duro y al mismo tiempo católico duro, en algún momento van a saltar chispas o igual pueden pasar años y no saltar nada. La cuestión no es si la iglesia católica lo excomulgue o algo así; puede hacerlo, como alguien ya lo hizo (el obispo Méndes Arceo en Morelos en la década de los 60s y levantó polvo): excomulgó de la iglesia a los torturadores. Si el feligrés de oficio narco pretendiera luego regresar al redil, será parte de su proceso personal, haciendo cuentas y reconciliarse con la sociedad. No es compatible una vida de delito y destrucción de vidas y de potencialidades, así como daños sociales y al mismo tiempo pretender vivir alineado con los principios fundamentales del evangelio; puede que sí los haga compatibles con algunas prácticas religiosas o rituales específicas que le den un poco de respiro a la conciencia. La misma persona es la que se aparta del evangelio y la iglesia; el sentido de la excomunión decretada corre por otros rieles más cercanos con la definición de las convicciones sobre la deidad. El punto es relevante, porque introduce la cuestión de que, si alguien dice profesar los principios del evangelio en la iglesia católica, pero luego en su vida actúa y siente por otro lado, ajeno a tales principios, "vive" en realidad fuera de lo que "dice" profesar. Esta fue una cuestión crucial planteada desde antígüo pero que fue explosiva de modo especial en los países capitalistas occidentales del siglo XIX: ¿tocaba que la iglesia excomulgara a quienes explotaran económicamente a otros seres humanos? Este mecanismo de exclusión se prolonga a otros casos que pueden estar conectados por el daño objetivo que producen: secuestradores, envenadores, acaparadores de alimentos para encarcer los bienes a costa del hambre de otros...
En un momento dado, se denunció que la iglesia católica optó por el capitalismo, valoró sus bondades y omitió considerar el pecado de la explotación del hombre por el hombre, el pecado de hacer trabajar a otras personas y no pagarles por su trabajo, imponer condiciones laborales inhumanas...
4) ¿Porqué el mensaje del obispo Raúl Vera desoncierta? Porque manda un mensa equívoco que parece confirmar una costumbre (no sé qué tanto esté arraigada, pero me consta que se da) de la clerecía católica en la que recibe donativos del narco y les otorga servicios de capellanía al narco y sus familias. Frente al narco, un sacerdote en su comunidad puede escoger un camino de pureza: al exhortar a la feligresía durante el culto público, refiere que el camino del narco no es grato a los ojos de Dios por los efectos destructivos y se niega a recibir donativos cuando sabe que se generaron por actividades delincuenciales. En el otro extremo están los clérigos que funcionan como capellanes del narco y hacen incluso servicio a domicilio. El donativo fluye. Una reflexión como la del obispo Vera encuadra perfectamente en este patrón de los capellanes del narco.
5) No es deseable ni se recomienda que el sacerdote la tome como "cruzada" y se ponga denunciar a la delincuencia, regañe en público, haga alusiones concretas en una comunidad en la que muy probablemente se sepa a quién se refiere. El riesgo de la vida én este patrón es notorio. Una serie de consideraciones generales sobrre la vida de las personas que optan por la delincuencia es contraria a los valores del evangelio, el principio de actuar inspirado por el amor a Dios y al prójimo... e invitar a las personas para que las personas que viven en el delito reconsideren su situación, reparen el daño y se reconcilien con el mundo, la sociedad, respondan por sus actos y que siempre vendrán tiempos mejores...
6) No logro imaginarme una evangelización pensando en el narco como lo sostiene el obispo. En estos últimos días como que la prudencia no brilla entre algunos obispos: de la peor calaña, los dichos del obispo Héctor González, de Durando sobre que sabe dónde vive un narcotraficante... vaya tormenta que armó, que afectó a algunas personas y que luego tuvo qué darse a la fuga.
La inteligencia no se le da a don Héctor; bueno para la bravata y corto para considerar alcances de sus dichos y hechos.
1) Participar en la delincuencia, incluida la de alto impacto, como la delincuencia organizada tipo narco, en sí mismo es una circunstancia, un hecho por la que algunas personas optan (¿habrá alguien contra su voluntad?) y por ello se excluye de algunas membresías: del respeto a la ley pública y de mandatos morales y religiosos que piden al feligrés ser mejor persona y guiarse por el amor a Dios y al prójimo.
2) Es probable que las personas que viven en el narco justifiquen su práctica con explicaciones y principios hechos a su modo: el narco es un trabajo, es valentía, es lealtad y resulta compatible con su religión (de la que sea, oficial o pirata, adecuada o reformada) Incluso hay devociones religiosas (que revuelven mil cosas) que incluyen "santos patronos" del gremio narco, sicario y demás variaciones del delito. Viven su propio mundo en el que rigen sus propios códigos, principios y acuerdos. La cuestión estalla con los daños sociales que generan, la violencia que activan y la persecusión que desencadenan en el gobierno contra ellos.
3) Con relación al marco del evangelio de Jesucristo, es de considerarse que quien opta por una vida de delincuencia organizada tipo narco, se excluye solito de facto de cualquier referencia eclesial o de los principios de la religión católica; se trata de un efecto de la decisión personal de ser y hacerle al narco. Si una persona pretende ser narco duro y al mismo tiempo católico duro, en algún momento van a saltar chispas o igual pueden pasar años y no saltar nada. La cuestión no es si la iglesia católica lo excomulgue o algo así; puede hacerlo, como alguien ya lo hizo (el obispo Méndes Arceo en Morelos en la década de los 60s y levantó polvo): excomulgó de la iglesia a los torturadores. Si el feligrés de oficio narco pretendiera luego regresar al redil, será parte de su proceso personal, haciendo cuentas y reconciliarse con la sociedad. No es compatible una vida de delito y destrucción de vidas y de potencialidades, así como daños sociales y al mismo tiempo pretender vivir alineado con los principios fundamentales del evangelio; puede que sí los haga compatibles con algunas prácticas religiosas o rituales específicas que le den un poco de respiro a la conciencia. La misma persona es la que se aparta del evangelio y la iglesia; el sentido de la excomunión decretada corre por otros rieles más cercanos con la definición de las convicciones sobre la deidad. El punto es relevante, porque introduce la cuestión de que, si alguien dice profesar los principios del evangelio en la iglesia católica, pero luego en su vida actúa y siente por otro lado, ajeno a tales principios, "vive" en realidad fuera de lo que "dice" profesar. Esta fue una cuestión crucial planteada desde antígüo pero que fue explosiva de modo especial en los países capitalistas occidentales del siglo XIX: ¿tocaba que la iglesia excomulgara a quienes explotaran económicamente a otros seres humanos? Este mecanismo de exclusión se prolonga a otros casos que pueden estar conectados por el daño objetivo que producen: secuestradores, envenadores, acaparadores de alimentos para encarcer los bienes a costa del hambre de otros...
En un momento dado, se denunció que la iglesia católica optó por el capitalismo, valoró sus bondades y omitió considerar el pecado de la explotación del hombre por el hombre, el pecado de hacer trabajar a otras personas y no pagarles por su trabajo, imponer condiciones laborales inhumanas...
4) ¿Porqué el mensaje del obispo Raúl Vera desoncierta? Porque manda un mensa equívoco que parece confirmar una costumbre (no sé qué tanto esté arraigada, pero me consta que se da) de la clerecía católica en la que recibe donativos del narco y les otorga servicios de capellanía al narco y sus familias. Frente al narco, un sacerdote en su comunidad puede escoger un camino de pureza: al exhortar a la feligresía durante el culto público, refiere que el camino del narco no es grato a los ojos de Dios por los efectos destructivos y se niega a recibir donativos cuando sabe que se generaron por actividades delincuenciales. En el otro extremo están los clérigos que funcionan como capellanes del narco y hacen incluso servicio a domicilio. El donativo fluye. Una reflexión como la del obispo Vera encuadra perfectamente en este patrón de los capellanes del narco.
5) No es deseable ni se recomienda que el sacerdote la tome como "cruzada" y se ponga denunciar a la delincuencia, regañe en público, haga alusiones concretas en una comunidad en la que muy probablemente se sepa a quién se refiere. El riesgo de la vida én este patrón es notorio. Una serie de consideraciones generales sobrre la vida de las personas que optan por la delincuencia es contraria a los valores del evangelio, el principio de actuar inspirado por el amor a Dios y al prójimo... e invitar a las personas para que las personas que viven en el delito reconsideren su situación, reparen el daño y se reconcilien con el mundo, la sociedad, respondan por sus actos y que siempre vendrán tiempos mejores...
6) No logro imaginarme una evangelización pensando en el narco como lo sostiene el obispo. En estos últimos días como que la prudencia no brilla entre algunos obispos: de la peor calaña, los dichos del obispo Héctor González, de Durando sobre que sabe dónde vive un narcotraficante... vaya tormenta que armó, que afectó a algunas personas y que luego tuvo qué darse a la fuga.
La inteligencia no se le da a don Héctor; bueno para la bravata y corto para considerar alcances de sus dichos y hechos.
domingo, 5 de abril de 2009
Lo caliente de esta primavera sólo inicia...
1) El asunto Peje está de alguna manera superado desde el momento en que empezó a aparecer en los medios promoviendo el voto por el PT. ¿No?
2) Se cumplió la maldición de la bruja: el PRD no necesita enemigos: los suyos están en las facciones que se odian más que ninguno y no temen a desbaratar la estructura del partido, su imagen pública y los simpatizantes que cada año quedan antes que ceder posiciones a la tribu contraria.
3) En el caso del PRD desde hace rato pasó a la historia y quedó en una oficina de la Universidad de Guadalajara; los directores de las prepas en el estado son presidentes del PRD municipal. A base de prepazos definen las internas donde quedó algún vestigio del movimiento civil del partido y donde no, las deciciones las toma el gran jefe pluma blanca (Raul Padilla) sin ningún matiz. Es costumbre que haya candidatos del grupo universidad tanto en el PRD como en el PRI. Para esta elección federal y local de 2009, a los mismos de siempre que van a otros cargos para volver despuès, se asoman caras nuevas: el hermano de Raúl Padilla, Trinidad Padilla, va como candidato a diputado federal.
4) Problemas preocupantes de peso es el narco anfurecido, el clero católico embravecido, la guerra santa de la devoción a la santa muerte (que con una mano pide ayuda a un organismo internacional de derechos humanos y con la otra amenaza de subversión social) y la nada simple crisis económica que sigue destruyendo proyectos de vida empresarial y laboral de muchas personas en el país.
5) Como adorno del pastel, consulten las versiones sobre el yunke segunda generación recargada: "La Sagrada Familia." Eso sí es un peligro para México.
6) La renovación de los poderes legislativos local y federal y el cambio de autoridades municipales probablemente refleje más un clima de intrigas palaciegas de los partidos que una oportundiad para la democracia como régimen político y como forma de vida social (Constitución dixit)
7) El asunto electoral es un verdadero trabuco: bipartidismo rancio en el que los dos mayores son iguales en prácticas aunque diferentes en color; de los partidos chiquillos se puede decir que hay traviesos, inquietos, uno que otro interesante, los delincuentes del fraude de hormiga (Panal ¿hay dinero o no para educar?) inconsecuentes pragmáticos, recién expulsados de la organización internacional de partidos verdes que hacen del cambio de camisa su proyecto de vida y hacen la visita conyugal con quien esté disponible (Verdes) falsas izquierdas (PT). Rescatable el PSD: habrá qué segurile la pista.
8) Ya inició el concurso: "El cardenal más depreciable" manden sus candidatos. Sandovas va a la cabeza por su desalojo de pizarrones en una escuela en Guadalajara que ocupaba un predio propiedad de la diócesis de Guadalajara, incluyendo la correspondiente golpiza a la resistencia. "No comments" insiste el cardenal por horas, durante su desacostumbrada conferencia de prensa.
¿Y la hummer, apá?
Miux
¿Y la hummer, apá?
Miux
viernes, 3 de abril de 2009
¿Comandos? !No manches!
Pues mira qué rápido se mueven los ladrillos en este muro de la política local y regional de este amado país. No esperes grandes vuelos, sino meros chispazos de lo que va cayendo en el día a día...
1) Felipe Calderón acaba de ser degradado a ministerio público por efectos de una analogía bien intencionada pero algo fuera de lugar del presidente Obama, nuestro prietito amado (se parece a Eliot Ness y los Intocables) sólo que aquí son algo tocables los del sector público en materia penal. Hubiera sido más fácil concretar el elogio presidencial a Calderón y referir los hechos sin recurrir a un ejemplo de la cultura pop y la triste historia del episodio de la prohibición del alcohol en Estados Unidos en los años 20 del siglo XX al norte del río Bravo. Lo de la serie televisiva pasa. Lo de la prohibición del alcohol por el gobierno de los EU es algo sumamente truculento: Un director del FBI (Edgar Hoover) harto turbio y no sólo su gusto por usar prendas femeninas sino por su pacto con sectores de la delincuencia organizada; un gobierno federal con una política represiva para inhibir la producción, comercio y consumo de alcohol que terminó por reconocer la desproporción de su empeño y un grupo policial y de procuración de justicia que mostró un alto comportamiento heroico en un contexto de alto nivel de violencia al que sobrevivió.
En las versiones televisivas y cinematográfica de esta historia, ponen a Eliot Ness tomando una copa de licor en la escena final con la que cierran la historia, como queriendo suavizar el drama de una guerra violenta del estado perdida contra el consumo de una droga al crear más problemas de aqullos que pretendía resolver. Esperemos que este tipo de distracciones no afecten el trabajo de fondo en el que se encuentra metido el gobierno federal contra la delincuencia organizada de alto impacto.
2) Es esta delincuencia organizada de alto impacto la que realmente constituye una grave peligro para el país, su población, sus instituciones y sus autoridades: los partes de guerra refieren altos y medios capos de la delincuencia detenidos en medio de sórdidas matanzas de personas y balaceras en diversos puntos del país. El temor es que la capacidad de reagruparse de la narcodelincuencia pueda superar la capacidad de ataque de las fuerzas del gobierno.
3) El monstruo tiene varias cabezas con las que muerde, lanza fuego, moviliza personas de mala aplicación de derecho ciudadano para manifestarse contra la actuación del ejército en la lucha contra el narco. Los puntos críticos hacia la intervención del ejército en materia policial preventiva y de auxilio al ministerio público se manifiestan por ciertos sectores académicos y de organismos civiles, pero nunca se había recurridoa una cuestionable movilización social dirigida por narcos que pretenden ostentarse (sin mucho éxtio) como trabajadores sociales. El narco también cocina, predica y tiene sentimientos y convicciones religiosas: A la devoción a la santa muerte, que presuntamente opera como capellán militar del narco, le fue negado su registro como asociación religioso ante la Secretaría de Gobernación en 2005 por las extrañas y peligrosas manifestaciones que podrían ser todo (incluso delitos) menos una experiencia religiosa. Algunas personas refieren que en los alrededores de los centros de culto de esta devoción a la santa muerte, empiezan a aparecer sospechosas muertes de personas. Sin hablar de las investigaciones de la Secretaría de Gobernación para no solamente negar el registro como AR sino prohibir expresamente este culto.
El culto de la santa muerte, recientemente, con una mano denuncia a un organismo internacional de derechos humanos la destrucción de sus centros ceremonias donde se rinde culto público religioso con fervor a Martin Malverde, santo del narco y la santa muerte, extraña personificación de un hecho biológico y fisiológico (como si pudiera reificarse a la digestión como un sujeto de experiencia religiosa a la que se le pueden pedir y deber favores) y con la otra mano amenazan con una insurrección social de sus feligreses en una guerra santa, copiando las aberraciones de Al Kaeda y sus amigos.
4) Preocupa el lenguaje neutral de amplios sectores de los medios de comunicación en el manejo de alguna información sobre las agresiones del narco: llama "comandos" a los sicarios. Probablemente no saben que con estos detalles contribuyen a generar una imagen positiva que ve al narco como una especie de héroes, valientes, que no temen al peligro, que ayudan a la gente, que hacen "jales" y que tienen buen gusto por las armas... y que organizan "comandos" como si fueran una aventura emocionante preferida a la aburridísima vida común y corriente, además de que ese jale da buenos billetes. Claro que no se habla de la vida miserable, violenta, destructiva y el fin rápido que espera a una persona que se mete al narco. El tema bien podría se objeto de mejores precisiones de los medios sobre el tema.
Miux
Ocio y deleite
1) Felipe Calderón acaba de ser degradado a ministerio público por efectos de una analogía bien intencionada pero algo fuera de lugar del presidente Obama, nuestro prietito amado (se parece a Eliot Ness y los Intocables) sólo que aquí son algo tocables los del sector público en materia penal. Hubiera sido más fácil concretar el elogio presidencial a Calderón y referir los hechos sin recurrir a un ejemplo de la cultura pop y la triste historia del episodio de la prohibición del alcohol en Estados Unidos en los años 20 del siglo XX al norte del río Bravo. Lo de la serie televisiva pasa. Lo de la prohibición del alcohol por el gobierno de los EU es algo sumamente truculento: Un director del FBI (Edgar Hoover) harto turbio y no sólo su gusto por usar prendas femeninas sino por su pacto con sectores de la delincuencia organizada; un gobierno federal con una política represiva para inhibir la producción, comercio y consumo de alcohol que terminó por reconocer la desproporción de su empeño y un grupo policial y de procuración de justicia que mostró un alto comportamiento heroico en un contexto de alto nivel de violencia al que sobrevivió.
En las versiones televisivas y cinematográfica de esta historia, ponen a Eliot Ness tomando una copa de licor en la escena final con la que cierran la historia, como queriendo suavizar el drama de una guerra violenta del estado perdida contra el consumo de una droga al crear más problemas de aqullos que pretendía resolver. Esperemos que este tipo de distracciones no afecten el trabajo de fondo en el que se encuentra metido el gobierno federal contra la delincuencia organizada de alto impacto.
2) Es esta delincuencia organizada de alto impacto la que realmente constituye una grave peligro para el país, su población, sus instituciones y sus autoridades: los partes de guerra refieren altos y medios capos de la delincuencia detenidos en medio de sórdidas matanzas de personas y balaceras en diversos puntos del país. El temor es que la capacidad de reagruparse de la narcodelincuencia pueda superar la capacidad de ataque de las fuerzas del gobierno.
3) El monstruo tiene varias cabezas con las que muerde, lanza fuego, moviliza personas de mala aplicación de derecho ciudadano para manifestarse contra la actuación del ejército en la lucha contra el narco. Los puntos críticos hacia la intervención del ejército en materia policial preventiva y de auxilio al ministerio público se manifiestan por ciertos sectores académicos y de organismos civiles, pero nunca se había recurridoa una cuestionable movilización social dirigida por narcos que pretenden ostentarse (sin mucho éxtio) como trabajadores sociales. El narco también cocina, predica y tiene sentimientos y convicciones religiosas: A la devoción a la santa muerte, que presuntamente opera como capellán militar del narco, le fue negado su registro como asociación religioso ante la Secretaría de Gobernación en 2005 por las extrañas y peligrosas manifestaciones que podrían ser todo (incluso delitos) menos una experiencia religiosa. Algunas personas refieren que en los alrededores de los centros de culto de esta devoción a la santa muerte, empiezan a aparecer sospechosas muertes de personas. Sin hablar de las investigaciones de la Secretaría de Gobernación para no solamente negar el registro como AR sino prohibir expresamente este culto.
El culto de la santa muerte, recientemente, con una mano denuncia a un organismo internacional de derechos humanos la destrucción de sus centros ceremonias donde se rinde culto público religioso con fervor a Martin Malverde, santo del narco y la santa muerte, extraña personificación de un hecho biológico y fisiológico (como si pudiera reificarse a la digestión como un sujeto de experiencia religiosa a la que se le pueden pedir y deber favores) y con la otra mano amenazan con una insurrección social de sus feligreses en una guerra santa, copiando las aberraciones de Al Kaeda y sus amigos.
4) Preocupa el lenguaje neutral de amplios sectores de los medios de comunicación en el manejo de alguna información sobre las agresiones del narco: llama "comandos" a los sicarios. Probablemente no saben que con estos detalles contribuyen a generar una imagen positiva que ve al narco como una especie de héroes, valientes, que no temen al peligro, que ayudan a la gente, que hacen "jales" y que tienen buen gusto por las armas... y que organizan "comandos" como si fueran una aventura emocionante preferida a la aburridísima vida común y corriente, además de que ese jale da buenos billetes. Claro que no se habla de la vida miserable, violenta, destructiva y el fin rápido que espera a una persona que se mete al narco. El tema bien podría se objeto de mejores precisiones de los medios sobre el tema.
Miux
Ocio y deleite
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