La realidad de las cosas no siempre es evidente a primera vista.

miércoles, 1 de julio de 2009

Si X, entonces Y

1) El PAN perdió una oportunidad histórica de contribuir a la democratización de nuestra república en los términos que aspiró entre 1939 y el año 2000. Sería interesante conocer la opinión de militantes originarios del momento fundamental de la versión política de la "acción católica de la juventud mexicana (ACJM)" con relación al actual discurso y desempeño político de la actual Acción Nacional de la Juventud Mexicana.
2) Perder la oportunidad histórica implica que los gobiernos federales, estatales y municipales encabezados por candidatos ganadores propuestos por el PAN incurren en los mismos (o peores) defectos e insuficiencias del partido oficial que durante décadas criticaron: fraude, patrimonialismo de los cargos públicos, extorsión en la función pública, homicidios políticos, amenazas, represión, trato de delincuentes a movimientos sociales y cobros ilegales por asignación de obras públicas, aplicación facciosa de la justicia, la procuración de justicia y la función pública del poder ejecutivo; el gobierno como negocio de los partidos es materia de pleitos internos de los partidos en los que la violencia rebasa con mucho el calor de las disputas contra otros partidos.
3) El PAN en Jalisco recurrirá a la violencia discursiva, social y política para tratar de retener el control del gobierno en aquellos espacios que mantiene desde 1990 (en algunos casos antes) frente al PRI que parece rehacerse de sus cenizas y traiciones. De recuperar algunos espacios políticos, el PRI tendrá qué decidir si volverá a la fiesta sin límites de tomar el gobierno como cosa propia o asumirá una posición moderada y respondrá las necesidades y aspiraciones del pueblo (cualquiera que ello signifique en términos republicanos) Esta encrucijada no es fáciles en términos democráticos.
4) De entre las peores formas de degradación social y política está la infiltración de la delincuencia organizada en los gobiernos. Tal circunstancia va más allá de una contienda entre un partido A contra otro B; esta degradación es casi tan grave como el desempeño patrimonialista de los gobiernos (la candidatura como inversión y el cargo como negocio para la jubilación); ambas circunstancias parecen agravarse pese al relevo de los partidos mayoritarios.
5) La cuestión ahora es si estamos ante un proceso electoral intermedio, flojo y aburrido, que promete alta abstención y anulación o estamos ante una crisis de representatividad, una crisis de instituciones públicas que están gestando una grave y mayor crisis de gobernabilidad. Es difícil saberlo.
6) Parece insostenible este patrón de actuación, de estilo de gobernar y de trato a la población por parte de algunos gobiernos panistas.

Ya veremos.