Participe:la cosa es buscarle

1) Anular el voto es un hecho derivado del derecho/obligación ciudadana de votar en las elecciones populares por el sufragio libre, secreto y universal. Lo que haga cada quien en la intimidad de la urna con la boleta es su rollo y su bollo... pero hay un Dios.

2) A estas alturas del partido, salvo que algún factor cambie las tendencias electorales, se prevén resultados cerrados para el PAN y el PRI; el PRD bajará algo sus preferencias, el Verde puede librarla y los demás están en la cuerda floja de mínimo para seguir en la fiesta (para mantener el registro un partido político requiere en Jalisco obtener el 3.5% de la votación válida para diputados; para entrar al reparto de diputaciones plurinominales se requiere el 3.5 % de la votación total emitida, que incluye votos nulos) Esta parece más una retórica bizantina.

3) Se advierte una crisis en el sistema de representación ciudadana en los poderes legislativo y ejecutivo (el judicial no se elige directamente, pero esta es otra historia); esto es realmente grave si se considera el punto desde la cuestión republicana y democracia: estamos hablando de legitimidad de origen de todos los poderes públicos. Hay una profunda insatisfacción por el desempeño de los gobiernos (federal, estatal y municipal) y las reglas de acceso al poder, que necesariamente requieren pasar por los partidos políticos.

4) Con independencia de la vía optada (abstenerse, anular, votar duro, cruzado o de castigo; por el menos peor, el pequeño mejor) la pregunta es ¿qué sigue? Según mis cuentas, lo que sigue es amarrar las manos a la clase política para imponer la agenda ciudadana genuina que ha emergido en esta amplia, compleja y muy nítida discusión sobre el voto nulo.

5) Nuevas reglas del sistema, de acceso al poder, de legislar, para decidir, para ratificar en los cargos, para reelegirse en un puesto público de la mano a un sistema de rendición de cuentas y terminar con la imagen de diputado = bribón, senador = cenador, ministro de la Corte de Justicia = sultán petrolero... Movilización, foros de propuesta: las universidades son una base intelectual para alimentar esta dinámica que podrá imponerse a las bribonadas que parecen haber colmado el plato de las y los mexicanos que quieren la casa en paz y llevar la fiesta contentos.

6) Este julio toca el campanzo para acordar estas reglas: a moverse, ir a la urna, no ir, anular, votar; la cosa es mover conciencias, concertar, acordar, avisar a la clase política y no perder la ocasión para innudar las oficinas públicas de propuestas, legislativos, ejecutivos, judiciales, municipales: urge que cambien las reglas para que prevalezca en su nítido y profundo sentido el interés general de la nación, el interés común, el bien común, el buen gobierno.

7) Toca concertar, llevar una propuesta organizada (no le quita nada a la protesta espontánea) y abrir los espacios para propuestas amplias o por sectores.

8) No tengo claro que toque seguir con una guerra de almohadazos entre la población y la ciudadanía sobre votar o anular: lo que sea vale. La cosa es buscarle para mejorar esta gran casa que es nuestra y que toca dejarla mejor y arreglada para nuestros hijos e hijas. Cuando hayamos partido, sólo nos recordarán por lo que amamos e hicimos por los demás.

¿Será?