La realidad de las cosas no siempre es evidente a primera vista.

jueves, 29 de enero de 2009

¿Y quién dirige la orquesta?

Las dificultades del sistema financiero, que llevaron a la recesión en muchos países (incluyendo México) a parte de su devastación inicial, puede llevar a redefinir sus reglas de operación con un nuevo papel de los gobiernos para normar, limitar y guiar los procesos de producción económica y las operaciones financieras, al tiempo de sancionar y restringir los excesos como los que generaron esta crisis. La función de planeación del desarrollo y la recaudación de impuestos pueden tomar un nuevo derrotero en la siguiente parte de la historia del capitalismo. ¿Será?

Queda la pregunta si fuera de los daños colaterales de los excesos algún sector de inversionistas se sacaron la lotería e incrementaron sus fortunas. Llama la atención que ese capítulo no se menciona en las crónicas de la crisis. Algo de lo anterior trascendió en los medios cuando recién hace días se difundió la versión de que algunas corporaciones financieras de los Estados Unidos repartieron bonos a sus ejecutivos y realizaron gastos de gran dispendio (como la compra de un avión jet para los ejecutivos)... en medio de lo peor de la crisis y en el marco del "rescate" financiero por parte del gobierno con muchos millones de dólares. Desconcierto y desolación para las mayorías.

Al tiempo del estupor por los dineros perdidos, también asalta la pregunta sobre si vivimos muchas personas tanto tiempo en el engaño. Por años las personas hacen su proyecto de vida profesional y personal montados en la perspectiva de trabajar en una empresa, recibir un salario y volver a casa luego de largas o cortas jornadas de trabajo... Miles de empleos formales perdidos: ¿y ahora qué? ¿el tianguis? ¿volver al campo? ¿reconvertir a una vida primitiva?

Sobre los efectos de una crisis económica en el incremento de la delincuencia, habría qué ir con cuidado, porque la delincuencia será delincuencia en tiempos de crisis y en otros de bonanza. La crisis puede ser un pretexto más.

Por otra parte, las instituciones que monitorean procesos sociales y económicos precisan seguir con cuidado el riesgo de situaciones de conmoción social (si no es que de insurrección) organizada o espontánea generada en el marco de un gigantesco desempleo y el colapso de muchos proyectos de vida que no tengan a corto plazo una solución que venga por cualquier vía: gobierno, empresas, sistema financiero...

Una conclusión de esta reflexión es que no se ve solución a esta crisis a corto plazo... vaya, hasta el hojear la revista Hola, Quién y similares resulta exasperante.

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