La realidad de las cosas no siempre es evidente a primera vista.

domingo, 29 de noviembre de 2009

De crisis a crisis

A estas alturas del partido pudiera resultar difícil saber cuál de las crisis por las que pasamos en estos tiempos que corren son las que más ponen en riesgo la viabilidad de nuestra sociedad.

La crisis del capitalismo y sus devastadores efectos sobre el proyecto de vida de tantas personas en el mundo occidental.
La crisis del clima y el agotamiento del petróleo, con los daños colaterales evidentes por demás: cambio climático y las guerras que siguen por el agua.
La crisis en ciertas sociedades que supone el no poder distinguir lo negro de lo blanco, los límites de las libertades, lo que nos revienta de lo que nos hace más humanos. Siguen las listas de los ricos y famosos (Forbes) en las que se admite por igual la delincuencia y los sectores de mejor imagen.

¿Qué mensajes hay aquí? a) preparan un golpe al gobierno mexicano y para ello hay que calentar la plaza con una soberana descalificación del titular del ramo. b) el sector capitalista finalmente sale del clóset y abiertamente se declaran todos al mismo nivel de la delincuencia: lo que cuenta es quién tiene más dinero, sin importar cómo lo adquiere. c) Es irrelevante que en los Estados Unidos de Norteamérica haya o no grandes capos de la droga porque esos pobres no han logrado reunir tanto dinero como para competir con nuestro inefable capo potentado local. Inquieta saber que las cuentas de las instituciones financieras lleven por igual el registro de los movimientos limpios y sucios; tal vez para ellos no hay billetes sucios y todos van.

¿Qué podemos esperar de estas crisis? El apocalipsis o el trabajo tezonero con el que se suele esperar a que las aguas bajen a sus niveles naturales y volvamos a recuperar la tranquilidad de la "normalidad" en la que pueda ser un poco más respirable la atmósfera que nos toca en este pedacito de la historia que pasamos. En tiempos de crisis las apuestas por la escatología y los azotes apocalípticos hacen de las suyas y siembran de miedo a la población. El riesgo de caudillos iluminados, situaciones de violencia o el acostumbrarse y tener como normal situaciones completamente anormales e inhumanas es grande.

Toca a cada quien tomar lo suyo y poner su parte en estos tiempos de crisis: a más poder, mayor responsabildad. ¿Será?